Conoce Otras factores Para Correr

El entrenamiento avanza cada vez más con la tecnología, los laboratorios de investigación y, la ingeniería deportiva, que contribuyen a superar los límites del cuerpo humano en el deporte. Los atletas y sus entrenadores ahora disponen de un impresionante conjunto de herramientas para el análisis deportivo, que constantemente se están actualizando. Te invitamos a conocer otras interesantes técnicas para correr.

 Adiós al Muro Maratón. El muro maratón es la obsesión de los runners de maratones: más allá de los 30 km una fatiga repentina e intensa inicia a aparecer, y las piernas rígidas parecen no avanzar más; estamos hablando del famoso “muro” que arruina las esperanzas de rendimiento deportivo.

Se trata de un fenómeno causado por la caída en los niveles de reservas de glucógeno que fuerza al organismo a extraer energía de las reservas de los lípidos. Sin embargo, los ácidos grasos no suministran suficiente energía por unidad de tiempo tal como los carbohidratos.

Entrenamiento Con Bajos Niveles de Glucógeno

Este tipo de entrenamiento está inspirado en la preparación deportiva de los corredores de Kenia o Etiopia, quienes mantienen el record mundial maratón y no sufren del fenómeno anteriormente mencionado.

Se trata de un nuevo método de entrenamiento que ha sido diseñado para acostumbrar al cuerpo a correr con un bajo nivel de glucógeno y no disminuir en el performance running.


Un Entrenamiento Realizado Dos Veces al Día

Consiste en realizar una primera sesión en la mañana para agotar las reservas de glucógeno, no tiene por qué ser necesariamente con el estómago vacío, pero la rutina debe ser lo suficientemente intensa para solicitar el aporte energético de los carbohidratos (por lo menos entre 70-75% del consumo máximo de oxígeno VO2 Max).

  • Durante el día no se deberían comer carbohidratos para no recargar las reservas de glucógeno muscular. Por lo que en el menú se podría consumir: omelette, sopas, quesos.
  • En la tarde, la segunda sesión debería llevarse a cabo con un trabajo de alta intensidad, para agotar las reservas remanentes de glucógeno y, forzar al cuerpo a mantener un elevado nivel de esfuerzo bajo condiciones similares a aquella del muro.
  • En la noche se pueden re-integrar los carbohidratos en la dieta. Se recomienda estar atentos porque suprimir los azucares cuando existe un esfuerzo físico intenso podría debilitar al cuerpo e incrementar el riesgo de sufrir lesiones deportivas.

El método ha demostrado que vale la pena y que debería ser posible derrumbar el muro maratón.

Mejorar la Efectividad del Entrenamiento

Para mejorar la efectividad de las rutinas de entrenamiento se aconseja:

  • Aprender a escuchar al corazón. Es decir; basarnos en un indicador biológico, tal como la variabilidad de los ritmos cardíacos.

Las personas enfermas o débiles muestran una muy baja variabilidad cardíaca; por el contrario, cuando alguien está en buenas condiciones de salud este factor es un signo importante de un corazón eficiente.

En el campo deportivo, la medición de la variabilidad regularmente permite conocer cuando el atleta está fatigado y debe descansar, además de evitar la sobrecarga. Es un simple método de control fisiológico en donde se emplea un monitor especializado del ritmo cardíaco que permitirá:

  • Planear el entrenamiento físico y,
  • Manejar un período de recuperación adecuado y otro con cargas pesadas en las rutinas.

Con la finalidad de programar los ejercicios físicos y las competiciones.


Entrenar a Baja Intensidad Para Mayor Resistencia Muscular

Mientras que los atletas de élite en el running ya han adoptado el entrenamiento polarizado, el 80% de sus programas es hecho a baja intensidad, lo cual se traduce en resistencia física (muscular y aeróbica). El resto son sesiones intensas divididas alrededor del consumo máximo de oxígeno.

El triatleta francés Grégoire Millet recomienda entrenar lentamente si te estás preparando para carreras de montaña y ultra maratones. Él mismo preparó en el año 2011 el más duro de los ultra maratones en el valle de Aosta (330 kilómetros y 24,000 metros de altitud) básicamente mediante un entreno que consistía en caminar mucho en las montañas.