Siempre que se menciona la palabra bursitis, la asociamos directamente al dolor en los hombros, y no necesariamente es así en todos los casos, esta sensación dolorosa la podemos sufrir en todas las articulaciones de nuestro cuerpo. El nombre bursitis viene dado por la inflamación de las bursas, que son una especie de almohaditas en las articulaciones que protegen nuestros tendones y músculos de los roces óseos, estos “colchoncitos” se encuentran en todas nuestras articulaciones. Cabe destacar que tenemos cerca de 160 articulaciones en todo nuestro cuerpo, lo que hace que tengamos ese mismo número de bursas aproximadamente.

 

Síntomas de la bursitis.

  • Dolor. Se tienen molestias intensas en la zona de la articulación afectada.

 

  • Inflamación. Es común ver abultamientos articulares cuando la persona está sufriendo de bursitis.

 


  • Impedimento de movilidad natural. Es importante que reconozcamos este síntoma, porque la molestia impedirá prácticamente cualquier movimiento sencillo de la articulación, dejando claro que no necesariamente es por un movimiento trascendente, sino por movimientos simples, lo grave está en que esta realidad indica la envergadura de la lesión.
  • Sonidos articulares. Cuando la persona mueve la articulación afectada, se puede escuchar una especie de traqueo.

 

  • Además de todos los síntomas mencionados, podemos destacar finalmente el enrojecimiento de la zona. Todos los síntomas descritos indican que hay una bursitis.

 

¿Cuáles son las causas?

La causa principal para que tengamos una bursitis está en el mal movimiento continuado de la articulación. Esto no necesariamente es originado por un ejercicio que forme parte de la rutina habitual de un deportista, porque es común aflore la bursitis en personas donde las características de su trabajo le obligan a dañar sus articulaciones. Como mencionábamos anteriormente, se puede sufrir de bursitis en todas las articulaciones corporales, especialmente en rodillas, codos, cadera, y dedos.

¿Cómo podemos evitar la bursitis?

  • Durante la rutina de ejercicios o actividades cotidianas que ameritan un movimiento continuado que afecte la articulación, es necesario hacer pausas programadas y periódicas.

 

  • Debemos considerar la postura corporal como una forma principal para evitar la aparición de la bursitis. Siempre asociamos la correcta posición corporal a solamente tener en forma apropiada la espalda, pero no es así, siempre debemos pensar en que no debemos abusar de todas nuestras articulaciones, y no moverlas incorrectamente. Esto incluye no hacer pesos excesivos, y si es necesario realizarlos, hacerlos con protección.

 

  • El calentamiento y los estiramientos no pueden faltar en nuestros ejercicios diarios, si quizás no le estamos dedicando el tiempo y repeticiones requeridos, debemos hacerlo lo antes posible para evitar futuras lesiones.

 

  • No olvides visitar al médico si tienes sospechas de que estas sufriendo una bursitis. Recuerda que esta dolencia aparece paulatinamente, si es descubierta a tiempo, puede solventarse con un tratamiento sencillo.

 

Tratamiento para la bursitis.

El principal tratamiento es el reposo de la articulación, que puede ser complementado con antinflamatorios y analgésicos. Entre las terapias que pueden ser aplicadas en la superficie afectada, están aquellas que se realizan con cambios de temperatura, es decir, frio y calor en la articulación con la dolencia. Todo debe ser recetado por un médico, no hagamos cosas sin recomendación médica, evitemos violentar nuestro cuerpo.

En casos de mucha envergadura, el médico puede recomendar la infiltración de la articulación, casi siempre se llega a esta determinación cuando no se han tomado los correctivos necesarios a tiempo, y no se ha contado con la opinión profesional cuando la dolencia es incipiente. Es de preocuparse cuando a pesar del tratamiento aplicado el dolor no cede y se observa un aumento de la temperatura corporal, es decir, fiebre. Esperamos que estas recomendaciones sean importantes para ti. Atiende la voz de tu cuerpo, te habla de muchas formas, entre ellas a través del dolor.