¿Cuál es la influencia que tiene la fatiga muscular sobre nuestro cerebro?
Todos en alguno momento nos hemos sentido extenuados por el esfuerzo físico, agotamiento que puede tener diversas fuentes. Muchas veces quizás no nos detenemos a pensar si esa fatiga muscular tiene alguna influencia sobre nuestro cerebro. En el caso de tener alguna influencia, ¿será positiva o negativa? En las siguientes líneas analizaremos las particularidades sobre esta situación, teniendo como base estudios realizados al respecto, que ayudarán a los corredores a saber cómo enfrentar estas situaciones.
Las acciones más comunes de los corredores que producen fatiga muscular.
No es difícil conocer cuáles son las fuentes que producen más fatiga en nuestro cuerpo cuando somos corredores, pero no está de más recordarlas.
- Entrenamiento. En este caso hablamos de la rutina de entrenamiento usual que hacemos, el cual está centrado en una rutina que hemos estipulado, ya sea a modo personal o en acuerdo con un entrenador deportivo.
- Ejercicios de fortalecimiento muscular. El running se identifica por seguir pautas integrales, que no solamente busca que acumulemos kilómetros, sino que dentro de los objetivos también está el fortalecimiento muscular, el cual se alcanza con ejercicios específicos, que muchas veces podemos realizar en el gimnasio.
- Tiradas largas. Son parte esencial de nuestra preparación para carreras y competencias en los que podamos participar. Para hacer ajustes y continuar creciendo deportivamente, las tiradas largas nos ayudan a mejorar.
Todos estos factores nos ayudan a crear hábitos como corredores, para de esta forma seguir en el camino deportivo de forma exitosa.
Precisión sobre la diferencia entre cansancio y fatiga.
Antes de continuar, es importante que hagamos algunas precisiones sobre lo que es estar cansado y fatigado. Quizás crees saber cuál es el contraste, pero es importante tener bien clara la diferencia entre cansancio y fatiga. Toda actividad deportiva debe producir un impacto en nuestro cuerpo, debido a que se realiza una demanda importante de fuerza y energía, si eso no sucediera, no estaría siendo suficientemente efectiva esa actividad física. Sin embargo, cuando ese impacto es excesivo, y nos inhabilita a seguir con nuestras actividades, podemos decir que hemos pasado del cansancio a la fatiga.
Por lo cual, el cansancio se puede decir es una consecuencia natural de lo que hacemos, que se quita en el transcurso de los minutos o con reposar un poco. La fatiga es una sensación intensa de falta de energía, que incluso podemos llegar a sentirla siempre, la cual puede ser asociada a enfermedades y falta de condiciones físicas para desarrollar actividades deportivas.
El estudio que indicó el impacto que la fatiga tiene sobre nuestro cerebro.
La fatiga puede afectar nuestro rendimiento general, en especial a nuestro cerebro, la capacidad de atención, concentración y las herramientas que nuestro cerebro tiene para aprender nuevas cosas.
El estudio fue muy sencillo, el grupo participante se dividió en dos grupos, a cada grupo se le entrego un dispositivo que debían apretar cuando se sintieran con agotamiento físico. Al día siguiente el grupo que había tenido un mayor esfuerzo físico tuvo más dificultad para seguir instrucciones. Para confirmar el estudio, se le instó al grupo que había hecho el mayor esfuerzo físico a posteriormente utilizar partes de su cuerpo que no estuvieran tan fatigadas, y a pesar de esto, no tuvieron una buena ejecución. Esto confirmó la relación existente entre la fatiga y el estado de alerta.
¿Tiene relación la fatiga con la fijación de los recuerdos?
Si, aparentemente luego de realizar una actividad de forma continua o repetitiva, nuestro cerebro pierde la capacidad para fijar recuerdos y nuevos aprendizajes. Es importante que tengamos esto presente para llegar a ciertos equilibrios, y de esta forma tengamos la posibilidad de optimizar nuestro entrenamiento deportivo. Entonces, ya podemos estar seguros de algo, así como se puede fatigar nuestro cuerpo, también lo hace nuestro cerebro.
Los más jóvenes son propensos a sufrir de fatiga muscular y cerebral.
Muchas veces vemos en la juventud apatía hacia prácticamente la mayoría de las actividades, mucho más cuando estos están en la etapa de la adolescencia. En algunas oportunidades esta fatiga puede ser difícilmente diagnosticada. Uno de los principales indicios es observar que la fatiga se sucede justo después de un esfuerzo físico y mental, esto se conoce como malestar posterior al esfuerzo. Entre las mejores maneras de detectarla está el hecho de que hayamos sentido una diferencia en la manera de reaccionar ante estímulos similares en otras oportunidades.
La importancia de acordar con un entrenador la rutina deportiva.
Está comprobado que la sobrexposición a entrenamiento físico nos perjudica mucho más de lo que nos puede beneficiar. En este sentido, debemos aprovechar las ventajas que nos trae tener un entrenador deportivo. El principal objetivo de esa labor es establecer una rutina deportiva adaptada a nuestras capacidades, sin abusar de nuestras fuerzas físicas. Y aunque la idea siempre será ir creciendo y aumentando nuestras capacidades, nunca debemos saltar pasos. En este caso, acelerar el paso no necesariamente nos hará llegar más rápido.
Factores no deportivos que nos ayudan a no llegar al punto de fatigar nuestro cerebro.
Tres factores sencillos y en apariencia poco trascendentales, pueden ayudarnos a hacer posible la no aparición de la fatiga en nuestro cerebro. Estos son:
- Buena alimentación. Es muy importante que demos a nuestro cuerpo lo que necesita a través de los alimentos. En la dieta de todo deportista deben estar incluidos todos los grupos alimenticios: proteínas, carbohidratos, vegetales, grasas. Para ello, debemos desarrollar criterios firmes sobre la elección de los alimentos y su incorporación en nuestra dieta. Si consideramos necesario recurrir a los servicios de un especialista en nutrición, no debemos dudar en hacerlo.
Hay alimentos que nos ayudan a mejorar nuestras condiciones cerebrales gracias a las propiedades de dichas comidas, brindándonos una buena nutrición. No olvides los granos, verduras, frutos secos, pescados y alimentos verdes.
- El descanso. En este caso no nos referimos al que debemos realizar entre cada entrenamiento, sino en el descanso nocturno que hay que tener día con día. Se ha resaltado mucho el hecho de que debemos dormir al menos ocho horas en las noches, y aunque suene a frase cliché, eso debe realizarse. Al dormir, no solamente está descansando nuestro cuerpo, sino también nuestro cerebro. Es una buena forma de superar los embates de la fatiga física y cerebral.
- Elimina el estrés. En estos tiempos esta premisa parece casi imposible, pero no debemos olvidar que en el estrés es uno de los principales factores de fatiga cerebral. Para vencer esta complicación debemos descansar lo necesario al dormir, pero también en la realización de actividades que nos separen por un tiempo de la cotidianidad y que de esa forma podamos descansar.
Es clave examinar nuestra circulación sanguínea a través de una revisión médica.
La sangre es el combustible de nuestro organismo, esta debe llegar fluidamente a todas partes, y por supuesto que también a nuestro cerebro. El origen de muchas situaciones en las que se puede ver comprometida nuestra salud están relacionadas directamente a problemas de circulación sanguínea. El movimiento correcto de nuestra sangre por todo el organismo hará que todo funcione mejor.
7 puntos esenciales para mejorar nuestra fatiga muscular y cerebral.
Con la aplicación de estas recomendaciones podemos evitar la aparición de la fatiga muscular, y así evitar las repercusiones a nuestro cerebro.
- Entrenar con metas. Es importante establecer una planificación en la cual se entrene con objetivos claros. Cuando a veces sientas que estas estancado, la razón puede estar en la ausencia de una buena planificación. Debes alcanzar metas en un lapso de tiempo.
- Calentamiento. Debes primero calentar los músculos antes de empezar el entrenamiento, esto ayudará a que la fatiga muscular no te afecte. Tampoco olvides estirar los músculos luego del entrenamiento.
- Técnica de carrera. Para que puedas seguir entrenando bien, es imprescindible mejorar tu técnica de carrera, y no nos referimos solo a la zancada, sino a aspectos como la respiración, posición del tronco al correr, forma de dar los pasos, entre otros elementos. Puedes dar pasos más cortos y más cantidad por minuto, esto hará mejore tu técnica.
- Masajes. Es muy importante que este aspecto llegue a ser una costumbre. Puedes tú mismo darte masajes, además también puedes complementar periódicamente con el apoyo de un fisioterapeuta. En el caso de tener alguna molestia debes acudir a un especialista médico. El hielo puede ser muy apropiado cuando tenemos músculos fatigados.
- Alternancia de actividades deportivas. Aunque tu objetivo sea el atletismo, puedes alternar ese deporte con otras actividades atleticas, que quizás sean menos demandantes. Esto ayuda a también sacar la monotonía de tu entrenamiento deportivo.
- Hidratación. El líquido que se consume antes, durante y después del entrenamiento ayudará a mejorar la salud de tus músculos. El agua es una especie de lubricante para músculos y articulaciones.
- Mente positiva. Siempre debes tener pensamientos positivos, la actitud mental es un punto clave para el desarrollo de cualquier entrenamiento deportivo, recuerda que el cuerpo actúa por mandato de la mente.
Sin duda, al seguir estas recomendaciones puedes tener la seguridad de que tu vida como corredor va a dar un gran cambio, no solamente porque vas a estar cuidando tu cuerpo, sino también al centro de comando: tu cerebro.
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