¿El Índice de Masa Corporal es real?

 

El índice de masa corporal (IMC) fue desarrollado por el investigador belga, Adolphe Quetelet, uno de los padres de la estática moderna aplicada a la epidemiología. A pesar de que el IMC represente hoy en día una herramienta confiable y de fácil aplicación, presenta la gran desventaja de no considerar la composición corporal. Averigüemos en esta edición, ¿cuáles son los límites del IMC?

 

El índice de masa corporal es una herramienta muy útil para la evaluación de los problemas relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, presenta el gran límite de no ser capaz de evaluar la composición corporal real, así como no permite conocer la distribución de la grasa corporal en el individuo.

En lo que se refiere al aspecto epidemiológico del IMC es muy importante considerar, además de la masa corporal total, también la distribución local de la grasa corporal. Con relación a la distribución periférica, localizada por ejemplo en la zona glúteo-femoral, el tejido adiposo abdominal está asociado a un alto riesgo de diabetes de tipo 2, dislipidemia, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares.


La Distribución Local del Tejido Adiposo

La distribución local del tejido adiposo puede ser medida de un modo simple y veloz. Bastaría con tener a la mano una cinta métrica que usan los sastres y medir la circunferencia abdominal (un centímetro por encima del ombligo, sin comprensión y con una mínima respiración). Para valores superiores a los 102 cm en los hombres, y a 88 cm en las mujeres, el grado de riesgo aumenta sustancialmente.

Además del exceso de reservas adiposas, la masa corporal de un individuo puede verse influenciada también por la densidad ósea, el volumen plasmático y muscular. Todos estos parámetros son, al menos en líneas generales, superiores en los deportistas con relación a las personas sedentarias.

Utilizando los estándares del índice de masa corporal, la posibilidad de clasificar erróneamente un sujeto es mayor cuando se evalúan atletas de una contextura grande, tales como los fisicoculturistas, los levantadores de peso, y los atletas de potencia en general.

El discurso puede también ser aplicado para cualquier persona, por ejemplo, si se trata de una mujer sedentaria, con un índice de masa corporal superior a 23, ciertamente no se le puede definir como una mujer delgada (62 Kg para 1,65 metros de altura).

¿En Qué Valor Se Encuentra el Índice de Masa Corporal Ideal?

El índice de masa corporal ideal se encuentra alrededor de 22 para los hombres, y de 20,5 en las mujeres.

Advertencias en el Uso e Interpretación del IMC

Si bien el índice de masa corporal es muy útil en el campo médico y nutricional, a veces es necesario integrarlo con otras medidas. En la obesidad, por ejemplo, es fundamental además la evaluación de la grasa visceral, es decir, de la circunferencia abdominal. De hecho, se sabe que, la obesidad abdominal aumenta en un 50% el riesgo de muerte por patologías cardiovasculares (también en pacientes con un IMC dentro de la norma).


Se debe tener presente que la utilización del IMC está contraindicado para algunas tipologías de individuos o en presencia de determinadas condiciones clínicas. Por ejemplo, no es una medida confiable de sobrepeso en pacientes que sufren de retención hídrica, en las mujeres en estado o, en aquellos que llevan a cabo actividades físicas intensas o agonistas.

Por ejemplo, un nadador profesional que pese 15 kilos más con relación a una persona común del mismo tamaño tiene un IMC fuera de la norma, pero sin embargo puede ser considerado como “peso norma”, por la abundancia de masa muscular en comparación con la masa grasa.

Un índice de masa corporal muy alto o muy bajo aumenta el riesgo de patologías médicas cardiovasculares, oncológicas y endocrinológicas. A veces hasta indica la presencia de un trastorno alimenticio. Un IMC bajo, de 18 o menos de ese valor, está relacionado con la anorexia nerviosa, mientras que un IMC superior a 25, se da en pacientes que sufren de un trastorno alimenticio descontrolado.

En ningún caso el estado físico de una persona puede, por sí solo, ser tomado como prueba de la presencia de trastornos alimenticios, si no vienen caracterizados por síntomas físicos bien precisos.

Ten presente estas recomendaciones que te sugerimos en este artículo para la próxima vez que quieras evaluar tu condición atlética en base al valor del IMC, y recuerda siempre llevar una saludable dieta running para mantenerte dentro de los valores de IMC recomendados para cada género.