Una compañía indeseable: La hiperhidrosis.

El sudor es una reacción normal del organismo cuando está sometido a altas temperaturas o la persona está realizando algún esfuerzo físico importante, y a través del sudor el cuerpo trata de refrescar la piel. Incluso, la aparición del sudor también se relaciona a cuando vivimos momentos de ansiedad, preocupación o estrés. Pero cuando esa sudoración es muy profusa se puede hablar de hiperhidrosis, en referencia directa a personas cuyas manifestaciones de sudor están por encima de lo normal. En contraposición a otras afectaciones, la hiperhidrosis puede aquejar a las personas indistintamente de su sexo.  

¿Cómo vive una persona con transpiración excesiva?

Aunque esto no se puede definir como una enfermedad grave, las principales características que incomodan a las personas que la sufren, están directamente ligadas a su comportamiento con la sociedad, y de cómo la transpiración excesiva puede atentar en contra de su calidad de vida. Son muchos los casos donde la persona evitar estar en público por un tiempo prolongado a altas temperaturas, por ejemplo en un parque o entrenando, por sudar más de lo normal, lo cual puede hacerlo proclive a generar malos olores. También la persona evita estar en contacto con otros individuos, razón por la cual la persona se aísla.

El sudor excesivo y su relación con otras enfermedades.

Una persona puede sufrir hiperhidrosis, pero esta puede tener una causa diferente a lo que se puede pensar en primer momento, por ejemplo, entre las enfermedades cuyas expresiones pueden ser la aparición de sudor excesivo esta la diabetes, hipertensión, tiroides, o alguna reacción a un medicamento que la persona esté consumiendo para aliviar los síntomas de otras enfermedades. Por ejemplo, cuando se está pasando por un resfriado es común que los antigripales hagan que la persona sude mucho.  Sin embargo, hay que estar seguros si verdaderamente sufrimos de hiperhidrosis.

La hiperhidrosis palmar y axilar.

Una de las características específicas de la sudoración en exceso, es que esta se manifiesta en zonas determinadas del cuerpo, esto no quiere decir que la persona solo va a sudar en un área delimitada y en el resto del cuerpo no, sino que en zonas como las manos la sudoración es mucho más elevada, en estos casos se habla de hiperhidrosis palmar. Otra área del cuerpo donde es habitual sufrir con mucho sudor es las axilas, la cual se define como hiperhidrosis axilar. Es muy importante acudir al médico para que pueda realizar el diagnóstico correcto.


La hiperhidrosis y su tratamiento.                                                                                      

Lo que principalmente va a indicar el especialista es el uso de antitranspirantes, en muchos casos no los que habitualmente encontramos en el mercado, sino con componentes y reacciones químicas especiales. En algunos casos para la hiperhidrosis el tratamiento es la aplicación de botox, haciendo que el musculo permanezca estático y no produzca tanta sudoración. Otra técnica que se aplica es la iontoferesis, la cual consiste en la aplicación de pequeñas descargas eléctricas en las zonas más críticas para evitar que en dicho espacio haya mucho sudor, también se pueden cortar los nervios que envían la señal de sudoración al cerebro. El tratamiento más radical es la extracción de las glándulas sudoríparas, principalmente en las axilas.

Como en todos los casos, la recomendación es acudir a una consulta especializada para determinar que la sudoración excesiva sea a causa de la hiperhidrosis, y no relacionada a otra enfermedad. Muy importante cumplir con las recomendaciones del médico, el cual en algunos casos puede referir además a un psicólogo, para superar las restricciones sociales que tú mismo te puedes imponer.