Pérdida de Sales Minerales Durante la Sudoración

Con el aumento de la temperatura se hace un poco más difícil hacer deporte, y esto requiere que nuestro organismo realice un esfuerzo extra para mantener la temperatura corporal a niveles óptimos. En esta edición hablaremos de los mecanismos del cuerpo que se ponen en acción para garantizar la termorregulación. Todo esto sucede a través de la sudoración, por medio de la cual ocurre la pérdida de sales minerales.

 Las glándulas sudoríparas dispuestas para tal fin están esparcidas en todo nuestro cuerpo y existen en promedio unos 3 millones. Cuando las temperaturas se elevan demasiado, o cuando se realiza una actividad física intensa, se pierden líquidos corporales (deshidratación), sales minerales, ácidos y otras sustancias, para poder mantener estable la temperatura corporal.

Para aquellos que practican deportes prolongados que superen las dos horas de actividad física, con solamente beber agua podría no ser suficiente. Por lo general, los deportistas se confían en las bebidas energéticas compuestas por carbohidratos, para reestablecer las reservas de glucógeno y sales minerales. Entre ellas principalmente:

  • Sodio.
  • Cloro
  • Potasio.

Para acelerar la hidratación.

El Sudor

El sudor es necesario para ayudar al organismo a mantener la temperatura del cuerpo dentro de los límites fisiológicos. Gracias a esos 3 millones de glándulas sudoríparas que actúan como un filtro a partir de la sangre para llevar los líquidos hacia la superficie. Cuando éstas no funcionan adecuadamente se tienen verdaderas patologías de la hiperhidrosis (exceso de sudoración) y la hipohidrosis (poca sudoración) hasta la anhidrosis (falta de sudoración).


El sudor es un líquido hipotónico compuesto por agua, sodio, potasio, cloro, urea, inmunoglobulinas, ácidos grasos, colesterol y ácido láctico. Por su composición se intuye el por qué la actividad física y el sudar es recomendada para mantenerse saludables. Sin embargo, a la vez ésta puede conllevar a la pérdida de sales minerales esenciales, no sólo para el deporte sino para la sobrevivencia.

Con la sudoración, perdemos sobre todo sodio y cloro, pero también otros minerales, en cantidades menores, tales como: potasio, magnesio y calcio.

 

 

El agua nos ayuda a modular la termogénesis y también a reintegrar algunos minerales que la componen, en particular las aguas potables con un contenido mineral total presente en forma iónica.

Suplementos de Sales Minerales

Es conocido que los deportistas con frecuencia ingieren bebidas para la reintegración de las sales, un asunto sobrevalorado, puesto que una alimentación equilibrada aporta todos los minerales que necesita el organismo, incluso los deportistas.


La rápida reintegración de las sales minerales se hace necesaria en la actividad deportiva con una duración superior a las 2 horas, y por tanto es evidente que las bebidas isotónicas o hipotónicas (en la mayoría de los casos) no brindan beneficios ni al organismo ni al rendimiento deportivo, además de que son costosas.

En cualquier caso, si se desean dichas bebidas de sales minerales, es preferible calmar la sed con las bebidas hipotónicas que se asimilan más velozmente y evitan una acumulación de sales (para que los riñones no se esfuercen de más).

Incluso en los casos de una sudoración excesiva es mejor reintegrar los líquidos perdidos con aguas minerales naturales.

¿Cuándo Recurrir a los Suplementos Salinos?

Aún más importantes son los factores ambientales cuando se realiza deporte, dado que las pérdidas de sales minerales aumentan notablemente cuando se ejercita en ambientes calurosos o húmedos. Por ejemplo:

  • Un litro de sudor contiene alrededor de 1,5 gramos de sales y, no es de extrañar que un atleta pierda entre 1 a 5 litros por causa de la intensa sudoración. Incluso hasta 3 litros por hora (si la actividad física es muy dura y se lleva a cabo en lugares particularmente calientes).

Un entrenamiento prolongado por tres o cuatro horas puede causar pérdidas de cloruro de sodio en un rango de 8-15 gramos. Considerando que una dieta normal provee solamente 6-10 gramos de sal, se entiende entonces cómo en situaciones similares sea particularmente importante recurrir a suplementos salinos.