Está comprobado que una de las razones por las cuales la mayoría de las personas acuden a la consulta con el traumatólogo se origina en los dolores de las rodillas. Son diversas las causas que lo pueden originar, pero también son muchas las formas en que podemos ayudar a evitar tan incomodas molestias. Del mismo modo, también contamos con bastantes opciones para evitar su aparición. Seguidamente resaltaremos algunas de las formas en las que haremos que nuestro cuerpo pueda sobrellevar el ritmo actual de vida sin dolor en las rodillas.

Origen del dolor de rodilla.

Se podrían dividir en dos las causas que originan el dolor de la rodilla, estas pueden ser internas o externas. Las internas son aquellas patologías propias del cuerpo, es decir enfermedades, donde en algunos casos tenemos poca capacidad de evitar, pero atención, solo en algunos casos. Las externas son aquellas donde tenemos completa facultad de evitarlas, y se refieren en su mayoría a cosas que hacemos mal o por abusar de nuestras capacidades físicas. A continuación recalcaremos algunas de las fuentes concernientes a ambos tipos:

Las de origen interno. En este caso están las enfermedades como la artritis, bursitis, tendinitis, desgarros, esguinces, inflamaciones, infecciones, dislocación o quistes. Son muy diversas las causas “naturales” que pueden originar el dolor de rodilla. Sin embargo, algunas de ellas pueden estar relacionadas a nuestra negligencia en el cuidado de nuestro cuerpo.

En cuanto a las de origen externo, están muy ligadas al esfuerzo físico y la poca consideración de elementos claves como: la sobrecarga de entrenamiento, falta de calentamiento y estiramiento, abuso de movimientos mal ejecutados. Otro aspecto clave, y que en la mayoría de los casos podríamos tener potestad de evitar, es el sobrepeso. Muchos estudios han indicado a los kilos de más como el padecimiento del sigo XXI, y es de mayor envergadura porque de esa dolencia pueden derivar una gran cantidad de enfermedades, entre ellas el dolor crónico de rodillas. Si veláramos más por mantener un peso saludable, evitaríamos en gran medida las probabilidades de sufrir dolor en las rodillas.


Sea cuales sean los orígenes del dolor de rodilla, es primordial que al momento de sentirlo consultemos con un médico especializado en el tema, por la ausencia de opinión médica a tiempo, es que radica el hecho por el cual en algunas ocasiones el dolor puede aumentar su nivel, debido a que no se llegan a corregir las causas que lo originan. Muchas veces creemos que estamos haciendo algo bien y es todo lo contrario. Sucede mucho con los entrenamientos físicos, si no son supervisados por un experto, podemos sufrir graves consecuencias.

Que es bueno para el dolor de rodilla

En la mayoría de los casos, los dolores en la rodilla se consiguen prever haciendo algunos correctivos, entre los cuales pueden estar:

  • El descanso.

    Si tenemos un dolor de rodilla donde coincide su aparición luego del entrenamiento físico, suspendámoslo por unos días, hasta que nos volvamos a sentir bien.

 

  • Terapias en casa.

    En este caso la principal y recomendada es las terapias de temperatura, es decir, intercalar el frio y el calor en el área afectada. Incluso, si consideras engorroso la aplicación de frio y calor, puedes iniciar la terapia solo con el frio. Colócate en la rodilla una bolsa de hielo, mínimo por 20 minutos cada hora, puedes hacerlo entre 4 y 5 veces al día. Pero recuerda, que lo ideal es la alternancia de la temperatura.

 

  • Altura.

    Puedes colocar en alto las piernas, mínimo una hora, de esta forma puedes bajar los niveles de inflamación, si es el caso.

 

  • Soporte para dormir.

    Puedes colocar un cojín debajo o entre tus rodillas para dormir, este soporte puede brindar relajación a las rodillas, recuerda que ese es el mayor periodo de tiempo en el que nuestras extremidades están en descanso.

 


  • Atención en el calzado.

  • Está evidenciado que el zapato tiene una influencia determinante en los dolores de rodilla, constata que el que utilizas es el apropiado a tus características, por ejemplo, si tiene pie plano, puedes incluir una plantilla a tu calzado.

 

  • Moderación.

    No abuses del entrenamiento físico si consideras que el dolor de rodilla viene originado por eso, toma medidas correctivas como: no trotes en bajada, de esta manera demandarás menos esfuerzo a tus rodillas, puedes incluir deportes que no ameriten un impacto directo en las rodillas, la natación podría ser una opción.

 

  • Tiempo en una misma posición.

  • No estés mucho tiempo parado o mucho tiempo de pie, debes hacer pequeños descansos de posición al menos cada 45 minutos o una hora. Si estás sentado, levántate y camina mínimo 3 minutos, luego puedes volver a sentarte.

Que tomar para el dolor de rodilla

Si después de realizar las recomendaciones anteriores no ves mejoría, debes acudir al médico. No es recomendable que esperes mucho tiempo, si haciendo lo que está en tus manos realizar en casa por un máximo de dos semanas, no hay mejoría, acude a la opinión del especialista. No te auto mediques, si el dolor es muy fuerte, lo principal es que los fármacos sean recetados por el doctor.

Otro error habitual, es que aunque vayamos al médico, no atendemos completamente a las recomendaciones. En su mayoría las recomendaciones médicas para este caso complementarias, es decir, van acompañadas de medicamentos, terapias y recomendaciones. Si dejamos de cumplir con alguno de los aspectos, no estaremos cumpliendo con el tratamiento correspondiente.

No menosprecies el dolor que puedas sentir, siempre lo debes considerar como algo importante, pero con el optimismo de que lo podrás superar muy pronto para retomar tu rutina, los mejores tratamientos inician primero con el pensamiento positivo.